Dieta para las varices

Dieta para las varices

Las personas que padecen varices deben seguir ciertos principios nutricionales, que son medios auxiliares para aliviar la condición de los pacientes. Puedes conocer más sobre qué es una dieta para las varices en nuestro artículo.

La esencia de la dieta para las varices.

La esencia principal de la dieta para las venas varicosas es regular la nutrición, lo que le permitirá recuperar su peso normal (lo que reducirá la carga en los vasos sanguíneos) y reducirá el espesor de la sangre, uno de los principales peligros de las venas varicosas. venas.

Se ha demostrado que en las venas varicosas la sangre puede espesarse, lo que puede provocar una trombosis. Además, la sangre viscosa es más difícil de bombear, por lo que también aumenta la carga sobre el corazón.

¿Cómo diluir la sangre? Esto se verá favorecido, en primer lugar, por la dieta, así como por el mantenimiento de un régimen de bebida. Según las estadísticas, la mayoría de los problemas vasculares ocurren en personas que no beben suficiente líquido. Como resultado, el cuerpo pierde su propio líquido, la sangre se vuelve viscosa y se forman coágulos en los capilares y otros vasos.

De esto podemos concluir que para reponer las pérdidas de líquidos y garantizar procesos metabólicos normales, se deben beber al menos 2 litros de agua limpia todos los días; este es un remedio natural y asequible para reducir la viscosidad de la sangre. Se permite sustituir el agua por té de hierbas o verde sin azúcar, o zumos recién exprimidos de frutas o verduras. Los jugos más preferidos son los de uva, cítricos, tomate o frutos rojos.

Deberán excluirse las bebidas alcohólicas, incluida la cerveza, porque no contribuyen a saturar el cuerpo de humedad.

Antes de empezar a crear un menú nutricional para las varices, debes recordar que los mayores beneficios provienen de los productos naturales que diluyen y renuevan la sangre. La mayoría de los alimentos que contienen conservantes, estabilizantes, colorantes y otras sustancias químicas contribuyen al espesamiento de la sangre; deben eliminarse de la dieta diaria.

Se recomienda a los pacientes con venas varicosas que siempre tengan a mano dos listas de productos alimenticios: los que están permitidos y los que no están recomendados y pueden dañar el cuerpo. Hablaremos de estos productos un poco más adelante.

Además de afectar la circulación sanguínea, los alimentos también deberían ayudar a facilitar la función hepática. El caso es que el hígado es responsable de muchas reacciones y procesos metabólicos que ocurren en nuestros tejidos. En particular, este órgano produce componentes especiales que previenen el aumento de la viscosidad de la sangre. No hace falta decir que las deficiencias dietéticas, los malos hábitos, las condiciones ambientales desfavorables y el uso frecuente y descontrolado de medicamentos tienen un efecto negativo sobre la función hepática. De ahí la siguiente conclusión: la nutrición debe realizarse de tal manera que no sobrecargue el hígado, sino que facilite su trabajo. Es decir, es necesario limitar los alimentos grasos, ahumados, enlatados y pesados, todos aquellos productos que requieren recursos adicionales para su procesamiento.

Para aliviar las manifestaciones de las varices y evitar que la enfermedad empeore, se recomienda reconsiderar su actitud ante los malos hábitos, prestar atención a los medicamentos que está tomando y evaluar la conveniencia de tomarlos (especialmente medicamentos hormonales y diuréticos). - todos estos factores influyen en gran medida en el aumento de la coagulabilidad de la sangre.

¿Qué sustancias son más necesarias en el tratamiento de las varices?

  • La vitamina E (tocoferol) asegura la elasticidad de los vasos sanguíneos. Se puede encontrar en cantidades suficientes en los cereales germinados, en la yema de los huevos y en los aceites vegetales.
  • El ácido ascórbico diluye la sangre y elimina la inflamación de los vasos sanguíneos. Las bayas, los tomates, los cítricos y el kiwi son ricos en vitaminas.
  • La rutina se considera una vitamina esencial para la salud de los vasos sanguíneos. Se puede encontrar en los cítricos (especialmente la cáscara), grosellas negras, nueces y té verde.
  • Los bioflavonoides son sustancias beneficiosas que facilitan la circulación venosa. Las sustancias se encuentran principalmente en las variedades de cerezas oscuras.
  • El cobre es necesario para producir una cantidad suficiente de elastina en los tejidos, lo que sirve para prevenir la aparición de "nódulos" venosos. Se encuentra mucho cobre en los mariscos.
  • La fibra obliga al sistema digestivo a trabajar, previniendo el estreñimiento, uno de los factores que provocan las venas varicosas. La fibra se encuentra en alimentos vegetales, salvado y cereales.
  • El agua diluye la sangre, facilita el flujo sanguíneo y reduce la carga sobre las paredes vasculares.

Dieta para las varices de las extremidades inferiores.

Las extremidades inferiores son quizás las más susceptibles a las varices. Básicamente, esto se puede explicar por el aumento de carga en las piernas: una persona camina mucho durante el día, se pone de pie, se sienta con las piernas cruzadas, etc. Al mismo tiempo, los vasos sanguíneos experimentan bastante presión. Esto es especialmente notable si tiene sobrepeso o tiene una herencia desfavorable (uno de sus familiares sufre de varices crónicas).

Si sus venas varicosas están asociadas con una predisposición genética, entonces debe concentrar todos sus esfuerzos en mantener la permeabilidad y el tono vascular normales: no esfuerce demasiado las extremidades inferiores, use ropa interior y medias especiales, coma bien y lleve un estilo de vida saludable, beba suficiente agua. . Es bueno que su actividad laboral no implique una tensión prolongada en las piernas.

Si tiene sobrepeso, la primera tarea es reducirlo, preferiblemente no ayunando, sino siguiendo una dieta adecuada, con suficientes alimentos proteicos y limitando los azúcares simples.

No debes negarte los mariscos: el pescado de mar, los camarones, las algas y los calamares son ricos en minerales que nuestros barcos realmente necesitan. Gracias a los mariscos, los vasos sanguíneos se vuelven elásticos, su fragilidad y permeabilidad disminuyen.

Además, los alimentos deben aportar al organismo suficientes vitaminas. La rutina (vitamina P) y el ácido ascórbico son especialmente útiles para el sistema vascular.

Estas vitaminas se encuentran en grandes cantidades en las hojas de té, los escaramujos, los cítricos, las bayas de serbal, etc. Por cierto, para una persona sana, la norma diaria es de 25 a 50 mg, y en caso de enfermedades vasculares, esta cantidad aumenta a 150 mg por día.

Las vitaminas C y P tienden a estimular la producción de colágeno, considerado uno de los principales componentes de la piel y las paredes vasculares. Si no hay deficiencia de las vitaminas enumeradas, las paredes de los capilares suelen ser fuertes, elásticas, duraderas y permiten que la sangre fluya bien. Los vasos que funcionan normalmente significan la ausencia de problemas de presión, hinchazón y venas varicosas.

Los cambios en la dieta, teniendo en cuenta el enriquecimiento de la dieta con vitaminas P y C, deben iniciarse ya con los siguientes síntomas:

  • fatiga rápida en las piernas;
  • la aparición de hematomas y arañas vasculares sin causa;
  • dolor en las articulaciones de las extremidades inferiores.

Dieta para varices y tromboflebitis.

En la tromboflebitis, como en ninguna otra enfermedad, las medidas anticoagulantes son relevantes. La nutrición es de gran importancia: los alimentos consumidos deben contener todas las sustancias necesarias para evitar la obstrucción de las venas con coágulos de sangre y el desarrollo del proceso inflamatorio.

La dieta para la tromboflebitis implica el consumo predominante de alimentos vegetales. Son especialmente bienvenidos los platos con piña, sandías, melones, jengibre, todo tipo de cebollas y canela. No se recomienda comer plátanos, legumbres, productos cárnicos y soja en grandes cantidades.

Es importante reducir la proporción de alimentos ricos en vitamina K en su dieta diaria, lo que mejora el proceso de coagulación: la coagulación de la sangre. Esta vitamina está presente en todos los alimentos vegetales verdes: lechuga, perejil y cilantro, cualquier tipo de repollo. También hay muchas vitaminas en las nueces, los huevos, la leche entera, la carne, el hígado y el pescado. Si le gusta beber infusiones de hierbas, debe excluir del té plantas como la ortiga, las hojas de frambuesa, el tilo y el escaramujo.

Además, es necesario limitar el consumo de alimentos grasos. El hecho es que la grasa favorece una mejor absorción de la vitamina K, ya que es liposoluble.

¿Qué alimentos se deben tomar para las varices y la tromboflebitis? Dé preferencia a las verduras, frutas, bayas, productos lácteos y cereales de colores. Se pueden cocinar guisos, guisos, al vapor, etc. Además, no comer en exceso ni beber bebidas alcohólicas.

Dieta para las varices de la pelvis.

Las varices pélvicas son una enfermedad que se presenta predominantemente en mujeres. Se asocia, en la mayoría de los casos, al embarazo y parto, al sedentarismo y al uso interno de anticonceptivos. La enfermedad afecta especialmente a quienes ya tienen varices en las extremidades y hemorroides.

Además del tratamiento farmacológico, la dieta ayudará a aliviar los síntomas de las venas pélvicas. Representa una transición hacia una dieta saludable rica en alimentos de origen vegetal con fibra. La fibra es necesaria, en primer lugar, para prevenir el estreñimiento, que agrava las venas varicosas y aumenta la carga sobre el sistema vascular de la cavidad abdominal.

El organismo también necesita alimentos proteicos, que ayuden a regenerar las paredes vasculares.

Lo primero que debes dejar es el alcohol, el tabaco y los alimentos grasos y con carbohidratos.

Qué recomendaciones se pueden dar respecto a la dieta para las varices pélvicas:

  • Si es posible, come un par de trozos de piña al día;
  • Prepare este medicamento: pique 200 g de ajo pelado, mezcle con 300 ml de miel. Dejar por una semana. Tome la mezcla terminada 1 cucharada. cuchara antes de cada comida;
  • La col rizada se considera un excelente remedio para las varices. Se debe consumir varias veces al día todos los días durante 3 meses;
  • Se recomienda comer un puñado de piñones todos los días;
  • Es útil añadir a tu comida un poco de nuez moscada en polvo, además de canela y jengibre.

Todas las demás recomendaciones corresponden a las reglas generales de nutrición para las venas varicosas.

Dieta para las varices del esófago.

Las varices esofágicas son una enfermedad bastante insidiosa, ya que durante mucho tiempo el paciente puede no ser consciente de su existencia. Y sólo en un estado avanzado la enfermedad se hace sentir.

La dilatación de las venas del esófago requiere una dieta bastante estricta, que reduce la carga sobre el sistema digestivo y facilita el paso de los alimentos.

  1. La cantidad de comidas debe dividirse en 5-6 veces y las porciones deben ser pequeñas.
  2. Los alimentos deben triturarse y masticarse bien, o mejor aún, cocinarlos en estado semilíquido para no dañar las paredes del tubo esofágico.
  3. La última comida del día debe tomarse aproximadamente 4 horas antes de acostarse.
  4. No se recomienda dormir sobre una almohada baja para evitar el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago.
  5. Es necesario limitar en gran medida (o mejor aún eliminar) el consumo de alimentos grasos, fritos, ahumados, enlatados, así como platos con especias picantes y mucha sal.
  6. Los días de ayuno tienen un buen efecto: el ayuno de sandía, melón y los días de zumos de frutas o verduras recién exprimidos son especialmente bienvenidos.

Es aconsejable limitar la carne en la dieta; se reemplaza con camarones, pescado magro y calamares. También conviene "olvidarse" de las gelatinas, las conservas (tanto de pescado como de carne), el alcohol y los caldos ricos. El consumo de café negro también es limitado.

Todos los platos se cocinan al vapor, al horno, hervidos o al horno. Los expertos aconsejan prestar más atención a los cereales y productos lácteos fermentados y de origen vegetal.

Menú dietético para varices.

Para no pensar en qué cocinar usted mismo durante el día, sin alterar su dieta, se recomienda elaborar un menú modelo con anticipación. En el futuro, utilizando la dieta ya elaborada, será posible cambiarla simplemente reemplazando algunos productos por otros similares.

Pongamos un ejemplo.

El primer día:

  • Desayunamos avena con pasas.
  • Para un segundo desayuno, puedes preparar un batido de kiwi y naranja con miel.
  • Para el almuerzo: sopa de trigo sarraceno y ensalada de verduras con pan Borodino.
  • Merienda: yogur de frutas.
  • Cenamos con un trozo de pescado cocido y una ración de ensalada de algas.

Segundo día:

  • Para el desayuno, prepare una ración de requesón bajo en grasas con frutas y miel.
  • Para el segundo desayuno, es adecuada gelatina de frutas o mousse.
  • Almorzamos con gachas de calabaza y berenjenas al horno con tomates.
  • Como refrigerio: ensalada de zanahoria y manzana con yogur.
  • Cena: una ración de puré de patatas con ensalada de remolacha.

Día tres:

  • Para el desayuno: arroz con leche con ciruelas pasas.
  • Para el segundo desayuno, hornea una pera con miel y nueces.
  • Puedes almorzar con sopa de cebolla y cazuela de verduras.
  • Para la merienda – un vaso de jugo de tomate.
  • Para la cena: albóndigas de pollo al vapor con verduras.

Día cuatro:

  • Desayunamos tartas de queso al vapor con fruta.
  • Para el segundo desayuno: un batido de yogur y fruta.
  • Almorzamos con sopa de tomate y chuleta de zanahoria con crema agria.
  • Toma un refrigerio con una taza de ensalada de verduras.
  • Para la cena, puedes hervir pechuga de pollo con salsa de menta.

Día cinco:

  • Para el desayuno: pan integral con mantequilla de maní.
  • El kéfir con frutos rojos es adecuado para el segundo desayuno.
  • Almorzamos con okroshka y tomates rellenos.
  • Merienda: zumo de manzana recién exprimido.
  • Cenamos con un trozo de salmón al vapor con salsa de limón.

Día seis:

  • Desayunamos con tortitas de trigo sarraceno y puré de manzana.
  • Para el segundo desayuno: un puñado de piñones o frutos secos.
  • Almorzamos con sopa de arroz y un trozo de cazuela de pescado.
  • Merienda: manzana con requesón.
  • Cenamos con una ración de pilaf vegetariano.

Hacemos del séptimo día un día de ayuno.

Antes de acostarse, se permite medio vaso de kéfir o yogur desnatado sin aditivos.

Recetas dietéticas para las varices.

  • Batido de kiwi y naranja– una bebida agridulce saludable y bastante sencilla de preparar. Todo lo que necesitas es una licuadora e ingredientes: naranja pelada, kiwi (si lo deseas, también puedes agregar mandarina u otras frutas), una cucharadita. MielEn verano, también se recomienda añadir unos cubitos de hielo comestible para refrescar. Muele todos los productos en una licuadora y vierte en vasos o vasos.
  • Berenjenas al horno con tomates- un plato dietético saludable. Ingredientes: dos berenjenas medianas, 4 tomates, 2 o 3 dientes de ajo, aceite vegetal, crema agria, especias. Empecemos a cocinar: cortamos las berenjenas lavadas en rodajas (de unos 5 mm), hacemos lo mismo con los tomates. Pelar el ajo y exprimirlo con una prensa, o simplemente picarlo. Espolvorea un poco las rodajas de berenjena con especias y colócalas en una hoja untada con aceite vegetal. Hornee en el horno hasta que estén doradas, volteándolas una vez hacia el otro lado. Coloque las berenjenas terminadas en un plato, ponga 0, 5-1 cucharadita en cada círculo. Mezcle la crema agria con ajo y ponga un trozo de tomate encima de la salsa. Ya de esta forma el plato se puede servir en la mesa. Si lo deseas, puedes espolvorear con queso rallado o semillas de sésamo.
  • Arroz con leche con ciruelas pasas- un buen sustituto de las aburridas gachas habituales. Ingredientes necesarios del plato: 100 g de arroz redondo, 600 ml de leche, azúcar, 2 huevos, ralladura de limón, canela. Cocción: añadir a la leche azúcar (unos 60 g, al gusto) y ralladura de limón. Colocar al fuego, llevar a ebullición y agregar el arroz. Cocine por 10 minutos, revolviendo constantemente. A continuación añadir los frutos secos cortados en trozos y lavados y meter el arroz en el horno a t° +120 °C durante unos 40 minutos. Revuelve el arroz varias veces durante la cocción. Sacar el arroz cocido y dejar enfriar. Mientras tanto, separa las yemas de las claras. Agrega las yemas al arroz y mezcla bien. Agrega unas gotas de jugo de limón a las claras y bate hasta que estén firmes, luego incorpora con cuidado al resto de la mezcla. Colóquelo en el horno durante unos 15 minutos más; esto se puede hacer directamente en el molde o distribuir en moldes especiales. Servimos el plato en ellos. Al servir, espolvorear con canela. También puedes cubrirlo con miel o salsa de frutas.
  • Salsa de menta- Una deliciosa adición a la pechuga de pollo. Ingredientes: 75 ml de vinagre de vino tinto, 25 g de azúcar, hojas de menta fresca (unos 10 g), una cebolla pequeña (preferiblemente la variedad dulce). Mezclar vinagre, azúcar y sal con la punta de un cuchillo. Moler las hojas de menta y la cebolla, añadir al vinagre y llevar al frigorífico durante varias horas (mínimo 2-3 horas). Servir con carne.
  • pasta de maníSe puede utilizar para un desayuno rápido y saludable, o para preparar diversas salsas y platos principales. Necesitaremos: 200 g de maní tostado y pelado (sin sal ni pimienta), ½ cucharadita. sal, 40 ml de aceite vegetal, 5 g de miel. Vierta las nueces en una licuadora, agregue sal y miel y muela a velocidad máxima durante aproximadamente 1-2 minutos. Agrega el aceite, mezcla y enciende la licuadora nuevamente por 2 minutos. La pasta está lista, se puede conservar en el frigorífico durante 1, 5-2 meses.
  • Panqueques de trigo sarraceno– fino, apto para cualquier relleno, o simplemente con crema agria. Ingredientes: 1 taza de harina de trigo sarraceno, 1 taza de kéfir, sal y azúcar al gusto, 1 taza de agua, 2 huevos, aceite vegetal. Batir los huevos, añadir el kéfir, un poco de sal y azúcar. Mezclar todo. Agregue poco a poco la harina de trigo sarraceno, revolviendo continuamente. Luego de esto, agrega agua poco a poco, amasando y controlando la consistencia de la masa. Freír las tortitas finas en una sartén pequeña untada con aceite vegetal.

¡Buen provecho!

Si tiene síntomas de una enfermedad tan desagradable como las venas varicosas, una nutrición y una dieta adecuadas para las venas varicosas pueden evitar un mayor empeoramiento de la enfermedad. Además, si las venas varicosas apenas han comenzado a desarrollarse, cambiar la dieta ayudará a evitar complicaciones y consecuencias negativas de la patología.

¿Qué puedes comer si tienes varices?

No es difícil elegir productos que puedan resultar útiles para las varices. Es importante recordar lo principal: los alimentos consumidos deben ser enriquecidos, variados y no deben contener grandes cantidades de grasas animales, aditivos no naturales (químicos, conservantes), sal, azúcares simples, especias picantes y sustancias espesantes de la sangre.

Recomendado para su uso:

  • platos de bayas, frutas y verduras (tomates, zanahorias, cebollas, ajos, cítricos, kiwis, peras, uvas, sandías, berenjenas, calabazas, melones);
  • nueces (excepto nueces);
  • bayas que reducen la permeabilidad de la pared vascular (arándanos, grosellas, cerezas, arándanos, espino amarillo);
  • varios cereales (en forma de gachas, guarniciones, guisos y sopas: trigo sarraceno, avena, mijo, arroz);
  • pescados magros, mariscos, algas;
  • frutos secos (de todo tipo);
  • té, productos lácteos fermentados, requesón, queso sin sal;
  • aceites vegetales.

El conjunto de productos propuesto ayudará a mantener el tono vascular normal, controlará el peso y evitará la acumulación de líquido en los tejidos. Es bueno que la dieta se complemente con un tratamiento farmacológico utilizando cremas especiales y medicamentos recetados por un médico.

¿Qué no debes comer si tienes varices?

Una nutrición adecuada para las varices implica limitar o eliminar los siguientes alimentos:

  • Dulces. Estos incluyen productos horneados elaborados con harina blanca, dulces, tartas, mermeladas, chocolate, leche condensada, tartas y helados.
  • Condimentos picantes: pimienta negra, chile, mostaza, rábano picante, además de adjika, wasabi, etc.
  • Bebidas carbonatadas, alcohol, café, cacao, jugos comprados en tiendas.
  • Sal y azúcar.
  • Productos cárnicos grasos: cerdo, manteca de cerdo, carnes con capas de grasa.
  • Adobos, encurtidos.
  • Conservas de pescado y productos cárnicos.
  • Caldos ricos, jaleas, gelatinas.
  • Plátanos, granadas.
  • Crema agria entera, nata, queso fundido, mantequilla.
  • Legumbres: lentejas, judías, guisantes.
  • Nueces.

No se recomienda comer en exceso, especialmente por la noche. Tampoco se recomienda el ayuno. Pero los días de ayuno, por el contrario, son útiles. Se pueden preparar una vez a la semana utilizando, por ejemplo, kéfir, sandía, trigo sarraceno, jugo de tomate o manzanas.